SERVIMEDIA 19.01.23
Se refirió a los datos de la encuesta EDAD 2020 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un “instrumento fundamental” para conocer la situación de las personas con discapacidad en España, su evolución y los retos a los que se enfrentan", pues, según Quifez, el 10,6% de las personas con discapacidad en 2020 tenían estudios superiores, frente al 5% que registraba la encuesta en su edición anterior (2008).
Esta tasa se eleva al 17,5% “si nos centramos en las personas en edad de trabajar en 2020”, prosiguió, porcentaje que de nuevo es superior al de la encuesta de 2008.
Por sexos, el 20,9% de las mujeres tenían estudios universitarios (unos 6 puntos más que los varones), y en función del tipo de discapacidad, la tasa de acceso a la educación superior es más alta en las personas con discapacidad física (21,8%), seguida de la visual y auditiva (20,3% y 18,2%, respectivamente). A medida que aumenta el grado de discapacidad se reduce la proporción de personas con estudios superiores.
Según Quifez, “estas mejoras en la formación tienen que notarse en el empleo”, y subrayó que las tasas de actividad y de ocupación del colectivo han retrocedido respecto a 2008.
RETROCESOS
En concreto, la tasa de empleo en 2020 se situó en el 23,4%, casi 5 puntos menos que en 2008 (-4,9%). También descendió dos puntos la tasa de actividad, que pasó del 35,5 al 33,5%.
Según detalló, ambas magnitudes se hallan muy lejos de la media de la población española, con desfases de 39 y de 43 puntos, respectivamente. El experto indicó que el paro de las personas con discapacidad fue del 30%, ocho puntos por encima de la media poblacional.
A su juicio, estos datos pueden verse influidos en parte por la especial coyuntura de 2020, marcada por la pandemia de covid-19, pero “desde luego, son peores que en 2008”. “Si estamos logrando una mejora en el nivel formativo, esto se tiene que notar en el empleo”, subrayó.
EDADES
La directora de Formación, Empleo, Operaciones y Convenios de la Fundación ONCE y directora general de Inserta, Sabina Lobato, subrayó, por su parte, que 380.400 personas que decían tener discapacidad en 2020 estaban ocupadas, un 10% menos que en 2008. Con todo, destacó que “la encuesta EDAD considera a personas que manifiestan limitaciones en actividades de su vida diaria”, tengan o no certificado de discapacidad.
De hecho, “casi la mitad de los 4,38 millones de personas que analiza la encuesta no tienen esta acreditación”, apuntó. Agregó que los datos del INE revelan una prevalencia de la discapacidad del 9,5%, que varía mucho en función de la edad. Llega al 30% entre los mayores de 65 años, que a su vez representan el 60% de todas las personas con discapacidad. En cambio, los jóvenes apenas suponen el 3,3%.
OPORTUNIDADES
En este sentido, el director de Relaciones Institucionales y Responsabilidad Social del Grupo Social ONCE, Fernando Riaño, puso en valor “la oportunidad” que la discapacidad ofrece a aquellas empresas comprometidas con la sostenibilidad, como lo son todas aquellas que forman parte de Seres.
“De los tres pilares que comprende la sostenibilidad (social, medioambiental y buen gobierno), debemos llevar la' S' por bandera”, subrayó. “En nuestro caso, esto incluye la discapacidad”, prosiguió, que ofrece muchas oportunidades a todos los agentes económicos, en términos de accesibilidad, captación del talento, formación, etc.
Por su parte, Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE, apeló a la “necesaria colaboración entre empresas y Tercer Sector”, que es clave para mejorar en sostenibilidad. Admitió que “a veces”, existen “prejuicios” por ambos lados. Desde el Tercer Sector se desconfía del compromiso social de las empresas, apuntó, y estas pueden recelar de la eficacia y eficiencia de las organizaciones sociales.
Llamó por tanto a superar estas barreras y resaltó la colaboración de tantas empresas con Fundación ONCE, “sin las cuales, muchas de las cosas que hacemos no tendrían sentido”. ”¿Para qué trabajar tanto en formación si luego nadie contrata a los jóvenes?”, se preguntó a modo de ejemplo. ”¿Por qué invertir tanto en accesibilidad, algo poco atractivo, si después no hay empresas que pongan en práctica esta tecnología?”, insistió.
En su opinión, “no existe la responsabilidad social con departamentos estancos”, por lo que la discapacidad debe entenderse como oportunidad global para todos.
En la jornada participaron también Camino San Millán, gerente global de Diversidad e Inclusión de Acciona; Fernando Acebrón, director de Relaciones Institucionales de Ford España; y Luisa María Roldán Obeso, gerente de Diversidad e Inclusión de Repsol, que detallaron las buenas prácticas de sus compañías en este ámbito.
Ana Sainz, directora General de la Fundación Seres, subrayó la importancia de la sostenibilidad como concepto trasversal y el compromiso de estas empresas con su desarrollo.
POR TALENTO DIGITAL
El acto concluyó con una visita a la sede de Por Talento Digital en Madrid, cuyas instalaciones acogieron el evento.
Según Mónica Cadenas, directora de este programa de capacitación digital, 2022 concluyó con casi 5.000 personas con discapacidad formadas en competencias digitales, “desde las capacitaciones más básicas a carreras digitales de alta empleabilidad”. De ellas, el 48% son mujeres, dos puntos más que en 2021.
Indicó además que el 56% de los jóvenes con discapacidad entre 16 y 29 años nunca han trabajado, y que el 20% de ellos aducen la falta de conocimientos.
Además, el 29% señalan que sus principales problemas se hallan en la accesibilidad digital y en el uso de las TIC. De ahí la importancia de este programa de capacitación digital, que lleva ya 20.000 personas formadas desde su puesta en marcha.
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